Frío

lunes, octubre 27, 2008

"Va a cambiar el clima" anunciaba Nanna (se, ya le llamo asi xD) mientras se sostenía la cabeza, reflejo de su malestar. Miraba el cielo apenas con una nubes, un poco esceptica, pero sabía que no debía dudar de sus 'poderes' meteorológicos.

Mi primer clase terminó y noté que el cielo se oscurecía, observando unas gotitas caer y mojar el poco pasto y el mucho pavimento de la universidad. Para no hacer el cuento largo, al final del día descubrí (sin sorprenderme) que ella tenía razon, pues la llovizna se convrtió en algo más potente que nos dejó a ambas indefensas bajo un arbol. Como pudimos llegamos a un techo, pero terminé escurriendo agua del cabello y las mangas de mi chamarra.

El caso es, querido lector, que desde ese momentó me entró un frío intenso que me congelaba las manos. Al principio me pareció interesante, excitante, incluso hilarante, pero las horas pasaron y esto aún no termina de quitarse. Chamarras, calcetines, un intenso frotar de manos... y sigo tan fría como hace rato. Y el clima no está para congelarse.

Me asusta pensar que padezco algún problema de salud, o peor aún, que este frío externo es solo un reflejo de como me siento por dentro.